El gran árbol

No hemos considerado todavía la gestión de la vida, al ser tan inmaduros como reciente brote fachento e impertinente, creyendo que el árbol crece para arriba, y como nuestra dirección se va detentando frente al cielo o al horizonte creemos que no hay que mirar hacia adentro o  hacia abajo. El gran árbol ya nos dió vida, nos dejó abrirnos paso en su seno, en su cobijo, cerca de su tronco y leño. 

El gran árbol se formó a través del tiempo sorteando sequías, torrenciales, escándalos todos acusándole de muerte. Sin embargo, quizá sin tanta firmeza pero con mucha valentía se había mantenido en pié gracias a las raíces que decidió establecer para sostener toda su vida. Al pasar del tiempo y las saetas que lanzaba el infortunio, evolucionó a como nosotros hacemos, hábil dentro del ambiente, ramificándose cuando fuese necesario y dando la flor y el fruto que ahora nos da razón de ser. 

Aquel árbol proveyó el fruto, la semilla, el resguardo del sol y de la lluvia, hasta que el día ceremoniosamente fatal soltó la última hoja y se dejó llevar por la última pieza de la orquesta vital. Ahora ya no es árbol, ni frondoso como siempre solió ser, ni intrépido, ni verde, ni floral y a pesar de ello, en su estancia y lecho existimos ahora, nuevos esquejes, retoños que ahora cuentan con un la vigorosa luz necesaria para el crecimiento y desarrollo heredada por el gran árbol. 

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Falta y sobra decir que escribo en nombre de mi abuelo, quisiera describir su vida, quisiera describir cuan importante fue para mí, pero,  simplemente no puedo plasmar todo lo que aprendí y viví con él. Siendo tan joven yo y él no tuvimos tiempo suficiente como para alistarnos para este momento de separación. Siempre pensé que no estaba cerca ese momento donde me tenía que divorciar de su presencia, de su calidez y de su apoyo, es comprensible que me sienta desamparado en este momento. 

La desesperación del sentimiento precede al hecho y realidad. No puedo controlar sentirme enojado y triste por su pérdida. Y a pesar, de tener todo esto dentro, tengo que seguir adelante impositivamente dentro de la estructura social que me da tanto asco en este momento. Quiero la soledad eterna pero también quiero honrar su nombre siendo el hombre que él quiso que fuera, estoy yendo hacia adelante con tanto dolor, adelante siempre pero reconociendo el valor que me dió y en quién me convirtió.




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