Mi experiencia en clases virtuales
He estado pensando bastante en estos días lo insatisfactorio y mierda que siento estudiar de manera online. No sé a ciencia cierta que es lo que me ha mermado mi amor por la carrera que a la chiripa elegí. Debe ser esta amalgama hijueputa de pandemia, ser nica y ser joven. Suelo quejarme mucho, y está bien, cómo que si esta vida se mereciera que solo le tiraran flores siempre, que conformista sería no quejarme de mi parte. Hay que bañarnos en ruda para que se nos quite esta sal que andamos.
Cualquier excusa es buena para justificar tu ineficiencia, creo que quién me conoce sabe que trato de no ser ineficiente, soy un enfermo perfeccionista. No puedo golpearme el pecho y aplicar el mea culpa cuando siento que he remado en seco contra corriente, si toda mierda nos ha pasado. En frente de todos la pandemia antepuso las TICS ante esta sociedad cuyo mayor proveedor de internet es Claro (me siento estúpido quejándome desde el privilegio no crean que no). Tuve problemas con ello, tuve problemas con la frustración que eso me provocaba; me la introyecté haciéndome sentir mal, ahí si mi culpa; también tuve problemas para poder realizar mis tareas aquí en casa donde mi familia se violenta de una u otra forma constantemente. Mis mejores periodos fueron cuando me iba de la casa hacía la biblioteca de la universidad cuando ya abría sus puertas porque era donde me podía sentir un estudiante de nuevo.
Podrán utilizar las universidades las bimodalidades o virtualidades en sus campañas publicitarias, pero seamos francos, estas son las mismas universidades que tienen como maestros a abusadores, gente sin ética ni vocación de profesores. No es que lo primero sea recalcado por la virtualidad, pero lo segundo sí. Muchos profesores se lucieron, otros no tanto. Sería bueno preguntarnos unos a los otros si estamos felices con lo que pagamos por aprender, pagar en todo el sentido de la palabra, no siempre recursos económicos, sino también los psicológicos.
Me uno a tu sentir compañero, creo que estamos en un momento donde nuestra vida gira a una PC, sumando a lo que provoca el entorno si no es propicio. Creo que ante una situación así aparte de expresarlos es tener fortaleza que es lo que nos va a caracterizar ante los malos tiempos. Animo no es fácil pero tampoco imposible
ResponderBorrarMuchas gracias por la empatía y el comentario Joanna, sobreviví al proceso y creo que mi umbral de estrés ha avanzado un escalón más. Saludos y agradezco nuevamente tu lectura
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