¿Qué sentido tiene ser joven en Nicaragua?

Es muy difícil pensar algo positivo ante tal cuestionante, un joven es una persona que está en vía de convertirse en un adulto. Los límites teóricos sobre lo que es ser un joven no son claros entorno a cuando sos joven, así que si te identificas como tal pues sos un joven. Pero ser un joven Nicaragüense que será, para qué sirve, que sentido tiene es algo que quizá no todos pensamos, muchos lo tendrán claro, y ante la resonancia del sin sentido y la desesperanza quisiera responder para mí mismo y para cualquier otro u otra que se sienta identificado. 

Tal vez no sea solo yo aquel que aprehende con desesperanza su futuro y siente la sombra del trágico pasado en nuestro país. Nicaragua tiene pronóstico reservado y como un chavalo que se encuentra en medio de todo esto; pienso de que valgo si la sociedad me ha puesto el menoscabo que siento y aunque trate sobremanera de salir de ahí no puedo, vivo en este hueco que es el centro de toda América, y no es que vivir aquí sea malo pero fue, es y pinta a ser malo. No encuentro un empleo, el estado atentó contra mis coetáneos, mi condición como clase media se balancea en la cuerda floja, mis redes de apoyo se han visto golpeadas por la epidemia y otras tragedias más. 

Ver el futuro con buenos ojos representa una dificultad y también algo que suelo hacer fugazmente, me veo en un buen trabajo donde puedo influenciar a crear una mejor sociedad con mayor alcance en comparación de como lo hago habitualmente, tan solo siendo yo mismo. Pero al mismo tiempo me miro siendo nadie en la actualidad, falto de pertenencia, falto de identidad, desarraigado de mi país que amo y que es usurpado. Viendo a mi sociedad asesinar mujeres, recrudecer la delincuencia y ver cómo las instituciones que suponen el orden social están dispuestas a joder a cualesquieran no deslicen la página a su favor, ver a mi familia pelear por el pan de cada día y tener que pagar una factura de luz que es el equivalente al 55% de la pensión de mi abuelo quien es sostén de mi familia. 

Es un problema social, cuando vamos a recobrar la confianza en la policía, en la política si está de lado del capital, no del lado del ciudadano como pregona la democracia ideal que dicen ser. Contradictoria es la vida y el ser humano siendo vida lo es más, tiene tanto y a la vez tan poco. Por mi parte voy a seguir siendo nadie, o siendo tan solo alguien de bajo perfil que algún día va a hacer algo bueno por este país, por su familia, por y para sí mismo sobre todas las cosas, es el único sentido que me mantiene erigiendo mi existencia frágil.