"Hay un joven ahí"

Hay un intento de trazo, que es más bien un manchón
de un caminante dramaturgo inmaduro
o mejor dicho llorón.
Esa línea borroneada
es nada menos que un alma aunada por la aflicción,
existente en el absurdo y en la nada
a su corta edad viendo la vida con recelo
y con mucha angustia recogida en el lirismo
que le ha permitido su lasitud teclear algo
unas últimas palabras en el día
que no dicen nada nuevamente
como el día anterior y el siguiente.
Con la poca capacidad de expresar
y vivir los sentimientos
que un sistema viciado
le ha enseñado y ocasionado,
una pantomima de sueños rotos,
otredades y adefesios malamparados.
Una función del teatro del oprimido
que no da cabida, una función que no termina
y solo por otra función peor acaba.
Pero es un joven, -no puede hacer nada-.