La diversidad humana y su incomprensión


Introducción: La diversidad desde mi propia operacionalización

Quisiera realizar este ensayo sobre la diversidad humana, de una forma reflexiva. No quiero quedarme mucho en las opiniones o posturas de teóricos y grandes pensadores exceptuando una repasada superficial a la Ética del Rostro del Otro de Emmanuel Lévinas, no quiero desestimar las posturas de otros autores pero, siento que su aporte en específico me será de ayuda para lograr un grado de reflexión el cual representa un ejercicio positivo para mi pensamiento y afectividad.
Desde mi perspectiva, yo puedo situar a la diversidad humana como la gran gama de características especiales que nos distinguen, nos hacen diferentes y que también, nos identifican como parte de un algo.
¿Por qué de un algo? La razón es que tenemos características únicas las cuales nos terminan uniendo y acercándonos a más personas con rasgos que consideramos similares.
La diversidad humana está compuesta por la gran variedad de pensamientos, sentimientos, características físicas; a veces similares pero nunca iguales; habilidades para realizar tareas, talentos y cosmovisiones que existen en cada una de las personas existentes en este mundo. Cada cabeza es diferente, es un mundo inexplorado como el universo en sí mismo. 
Nuestras características diversas y la relación con el contexto en el que vivimos ayudan a la construcción de la identidad.  El ser humano por naturaleza es un ser muy social y desde siempre en la historia ha permanecido en grupo para sobrevivir. Actualmente, parece no ser diferente, las sociedades crecientes cada vez se asientan de manera más cercana para poder vivir, podemos ver las grandes ciudades por ejemplo.
A pesar de la cercanía espacial entre nosotros, parece que siempre llevamos cierta distancia de las otras personas que no son parecidas a lo que esperamos. Pero si podemos notar, es agradable ver que podemos encontrar más diversidad en un solo sistema.

Desarrollo: La incomprensión de las diferencias que nos hacen diversos

La diversidad humana dentro de los sistemas sociales (como empresas, universidades, colectivos en general) enriquece la cultura y el funcionamiento de dicho sistema. Ciertas capacidades y rasgos personales individuales son muy útiles para realizar tareas específicas o tan solo sobresalir, lo que es muy bueno, es así como la diversidad humana es un elemento positivo para todos los ecosistemas en general.
No siempre se han adoptado bien las diferencias humanas, la historia en general está plagada de hechos desafortunados para personas con diferencias, por ejemplo: Emmanuel Lévinas, un renombrado filósofo del siglo XX quién fue una de las víctimas de la segunda guerra mundial, ya que por ser judío fue confinado a campos de concentración junto a otros millones de personas en ese período. 
Se estiman que 15 a 20 millones de personas pasaron o murieron en diferentes campos de concentración, guetos o centros de trabajos forzados durante el holocausto por ser judíos, gitanos, testigos de jehová, homosexuales entre otros perseguidos por el nazismo (Blasco, 2013).
El por qué menciono a Lévinas será relevante más adelante en el ensayo.
No solo la diversidad colectiva ha sido castigada en nuestra historia de existencia como humanidad, sino también en las particularidades microsistemicas hemos sufrido una negativización o desprestigio de nuestras características y capacidades diversas en casos muy naturales de la cotidianidad.
Por ejemplo, cuando era más pequeño por X o Y razón era incapaz de poder mencionar correctamente la letra R en las palabras y sonaba más como una D, se me hacía terrible decir palabras que la conjugasen y peor aun cuando eran palabras que llevaban su versión doble cómo <<perro o carro>>. Inclusive en la actualidad muchas veces se me escapa vocalizar el sonido de la consonante R de más. Sin embargo, para ese entonces era frecuente para mí, tener que lidiar con la burla de no poder “hablar bien” ya que todos mis compañeros, amigos del barrio e incluso mi familia me decía “media lengua” o me exclamaba aireadamente que para mis 10 u 11 años ya era hora de hablar bien.
Me sentía muy mal cuando ocurría esto y evitaba de diferentes formas decir palabras con R, ya que nadie me ayudaba con mi problema y esperaban que pudiese hacerlo. Fue una diferencia personal mal exaltada de parte de los demás siempre y eso me hizo sentir muy inseguro de mí mismo, cosa que aún siento debes en cuando en la actualidad aunque ya no me atormenta tanto porque logré vocalizar la letra de la discordia en mi vida.  ¡No poder decir una letra me hizo tanto!
Es por ello que menciono a Lévinas, ya que a través de haber sobrevivido una experiencia tan traumática como la segunda guerra mundial, perder a su familia en el holocausto, desarrolla una teoría centrada en la otredad que según Darío Sztajnszrajber (2016) “Las otredades son todo lo que no se parece a mí”, y la llamada popularmente ética del rostro del otro.
La ética del rostro del otro es una postura que se centra a la individualidad del yo y como percibe al otro, a los otros; refiriéndose a las otras personas; del cómo de alguna forma apreciamos a la persona frente a nosotros  y como cuando no encaja en nuestro yo, en nuestra forma de percibirlo solo lo damos por hecho. El ensimismamiento nos hace olvidarnos de los pensamientos y sentimientos del otro (Jiménez, S. f.).
Sin embargo, utilizando la metáfora del “Rostro” Sztajnszrajber  explica que es algo que no puede obviarse, algo que no es solo ojos, nariz y boca, sino algo que está cerca pero a la vez es algo inalcanzable porque es parecido a mí pero diferente. Así como podríamos ver que el otro es diferente, que tiene algo que me sobrepasa o no es compatible conmigo podemos suprimirlo o abrirnos al otro: a tener cierta hospitalidad y amor ante lo que es el otro, ante lo que nos sobrepasa del otro o tratar de someterlo a nuestra percepción de lo que debe ser.

Conclusión: Las necesidades del otro.

Finalmente, a modo de resumen quisiera hacer referencia lo que es ser otro y su relación con la diversidad humana, la ética del rostro del otro hace referencia a nuestro actuar cuando presenciamos la existencia de un ser que no soy yo, que es diferente y al cual deberíamos aprender a abrirnos para convivir mejor. Lévinas hablaba del término: hospitalidad, el cual interpreto es el servicio que disponemos a las necesidades del otro. Y considero, que deberíamos ser hospitalarios al menos un poco, en la necesidad de comprensión y aceptación que como otros necesitan, así la necesitamos nosotros en algún momento, así como yo cuando no podía decir la R.

Referencias Bibliográficas:

Sztajnszrajber, D. (2016). Mentira la verdad IV: Emmanuel Lévinas, Totalidad e infinito. Canal Encuentro. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=cVzGRIh2dDw&t=1461s
Jiménez, P. (S. f.). Teoría Ética de Lévinas. Cuaderno de Materiales, Filosofía y ciencias humanas. Recuperado de: http://www.filosofia.net/materiales/num/num22/levinas.htm#ast
Blasco, E. (2013). El mayor estudio del Holocausto afirma que hubo más de 15 millones de víctimas. ABC cultura. Sevilla, España. Recuperado de: https://www.abc.es/cultura/20130305/abci-nuevo-estudio-sobre-holocausto-201303051315.html


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