Mi propuesta de reto para los partidos políticos aspirantes a la administración.

La gerencia política y la política en sí en Nicaragua aborda precedentes claroscuros que no se pueden tratar todos de una vez, como los sectores de Managua que se encuentran privados de agua o de luz, de calles para su ingreso, del manejo de los desperdicios, ni que decir de las carencias departamentales, etc. Por ende, la avidez de la acción política del partido a cargo (sea cual sea) debe ser más que una aspiración; una fiera lucha para encaminar al país a un desarrollo más sostenible; una postura en la cual se tome en cuenta la pluralidad nicaragüense como agente de disposición o indisposición a tratar.

¿A que me refiero con el ultimo enunciado?

La desigualdad multidimensional, los factores de riesgo, la vulnerabilidad de los pobladores, las privaciones sociales y la ineficacia de las instituciones, han proporcionado un ambiente hostil en la ciudadanía, haciendo la pobreza no solo económica, no solo encareciendo la calidad de vida de las personas, sino que también ha hecho relaciones interpersonales conflictivas cuya dinámica puede encaminar a violencia y a delincuencia, a la destrucción de la vida.

Junto con el reto de la erradicación de las diversas desigualdades económicas y sociales que vive nuestro país se encuentra la re-educación de la ciudadanía para recobrar relaciones sociales benevolentes para el impulso del desarrollo común no solo de nuestro bolsillo ni de nuestras bocas, sino también para nuestra cultura en realidad más solidaria, comprometida para el crecimiento de nuestro país.

Una educación diferente es clave para el crecimiento personal, junto al crecimiento infraestructural y económico de nuestro Pueblo. Los valores humanos y su practica son claves para ese desarrollo multidimensional que nos falta.