Mi proyección de administración política

Me gusta pensar en un partido político revolucionario (no se sobreentienda más que con el concepto del adjetivo, no confundirlo como sustantivo; por ejemplo: Revolución Popular Sandinista; no marxista) en nuestra época, en nuestro contexto, un partido de jóvenes renovadores o innovadores o tal vez conformado por profesores universitarios o tal vez ambos, qué sabemos, pero sobre todo, gente convocada a reunirse para velar por intereses diferentes o enfoques creativos para problemas o dificultades ya existentes para lograr mejor desarrollo en nuestro país.

Gente diferente, gente que haga más plausible a la vos de las necesidades de la sociedad nicaragüense desorientada, salida de su eje por la incertidumbre de los futuros insostenibles, por la falta de educación, por la falta de bienestar propio. Ni los gobiernos ni los gobernantes están por encima de la población, ni adinerado derechista por encima del mismo gobierno. Todos debemos conformar un conjunto político más o menos heterogéneo donde se puedan establecer relaciones más equitativas y propositivas para el desarrollo de nuestras vidas.

Me gustaría conformar un partido político nuevo, instaurarlo o conformarlo. Uno sin un ideal bipolar como el de la historia política nicaragüense centrado en que todos velemos por nuestro bienestar.